miércoles, 25 de marzo de 2015

Sentencias de Humo: Ambición.


Hola, nuevamente aquí con el siguiente capítulo de la historia Sentencias de Humo, esta vez me pase una y a la vez no, porque ya la había publicado antes, que es la de Victorias. 


Igual, está el índice de todas las historias publicadas en este link, por si desea leerlas, sin más, les comparto la historia.

No sin antes advertirles que es un poco violenta, por lo que no es apta para personas de mente cerrada o menores, cuídense, ciao:D




AMBICIÓN 


¡Un viaje directo a la luna!…

¡Un viaje directo a la euforia!…

¡Un viaje directo a la salvación!…

De pronto recibo un golpe de Ricardo…

-Rodrigo despierta, tenemos que regresar a casa.

Llevaba dos horas o tres en el nirvana, con los ojos completamente rojos y una cara de perdición…

Si, era otro churro de mota, otro cigarro de mariguana dispuesto acabar con mis tristezas…

¡Yo era tan feliz!…

¡Yo lo tenía todo y un día se acabó!..

De pronto me halle con la sorpresa de que no tenía dinero para pagar mi droga.

Y decidí hacer lo que un buen marihuano hace, sembré mi plantita.

La idea iba tan bien, hasta que Ricardo se dio cuenta.

Mi idea le resulto tan genial que decidió esparcir el rumor…

Comencé a tener clientes, pero no estaba en venta, ¡Era mi mota!….

Yo no quería dinero, yo solo quería relajarme, viajar varias veces al nirvana y no tratar con puchadores o vende drogas.

Todos me rogaban y el dinero no me hacia el feo, comencé a llenarme de dinero y nadie sabía.

Era un vendedor de marihuana ilícito, sin jefes, sin muertes, sin nada…

Hasta que de pronto alguien grande lo supo y me uní a ellos.

No, no hubo amenazas, nada fue tan agresivo como todas esas novelas, esas películas, al menos no hasta ese momento…

Me corrompí deje de vender marihuana, para hacer una carrera en lo mediano del negocio ilícito, comencé a vender y consumir cocaína, éxtasis, ácidos.

Y un día lo note…

“Esa plantita, ese Ricardo fueron mi ruina”…

Me llene de mujeres, de bienes materiales…

De más drogas, de más locura, más fiesta, más joyas…

¡De todo!

Ya no la vendía yo…

Pero no era suficiente, no lo era para la gente que demandaba…

La competencia era increíble, nos dimos a conocer para mi mala suerte y entraron los políticos, los municipales, todos pidiendo su cuota, su mordida…

Lo ilegal siempre tiene su lado oscuro…

Pero yo no veía….

Me halle vendiendo armas y portándolas…

Más mujeres hermosas… Todas esas mujeres que nunca pensé alcanzar estaban junto a mi…

“Era perfecto y era mi ruina”…

Jugaban a quererme, ¡ninguna me quería!…

Y yo era un mujeriego o eso creía…

¡Pero sentía!…

Nunca pude ser para mi mala suerte como todos mis compañeros, sin sentimientos, sin corazón.

Me halle en mi enorme casa, totalmente solo, sin nada…

Ella mi amada, nunca estaba…

Y yo era un idiota jugando a lo que no existía, pero no lo veía…

¡Rodrigo casas!…

¡Rodrigo autos!…

¡Rodrigo viajes!…

¡Rodrigo cirugías!…

Rodrigo se repartía, se rompía el maldito lomo y ya no alcanzaba…

¿Es curioso que entre más tengas, menos alcanza?…

Ese dinero siempre se iba…

Y no, yo no vestía como una persona con mi dinero, porque todo lo tenían ellas o ellos, si mis hijos.

No podía ser un maldito.

No podía…


Era mi tontería supongo…

No, ya no supongo, siempre lo fue…

De pronto comencé a traficar con lo innombrable….

Mis valores, mi moral, mi todo se fue por la borda y me convertí en un cabrón, en un hijo de puta, de esos que más vale asesinar, cortarles la cabeza para que ya no dañen.

Los políticos comenzaron a pedir ya no solo drogas, si no mujeres y yo necesitaba dinero, necesitaba más bienes, más droga…

Mas todo, para que ella o ellos no me dejaran.


¿Qué tan poco me quería, que pensaba que lo que tenía, lo externo, era lo único que amaban de mí?...

Todo fue dignamente, prostitutas no forzadas y con su consentimiento, pero aquellos perversos querían niñas…

Y yo cedí, como el hombre drogadicto, lleno de poder, de vacío, de frialdad en que me había convertido…

Y ahí vi a mis hijos…

Comenzó lo peor, los malditos las asesinaban…

¿Qué tan perdidos estaban?… Nunca lo quise pensar, para mí era solo negocio, un trabajo que me daba prestigio barato, supuesta vida y el reconocimiento de ser una escoria en vida, que se creía grande, siendo una maldita espiga…

Luego me invitaron y no me podía negar, ellos tenían más poder que yo y claro eran mis mejores clientes…

Y los vi en plena acción, atacando, violando, grabando, deshaciendo a seres indefensos, mientras por dentro yo solo vomitaba, moría…

Morí con cada víctima, con cada inocente sin poder hacer nada…

En el fondo, sabía que este gran empresario de la más corrupta ambición, los había asesinado.

-Tres niños mutilados sin ningún remordimiento por esos depravados, psicópatas que ya no sentían nada…

Sin poder salvarlos… Iba acompañado con todos mis colegas, mis trabajadores ¿y de que servía?...

En ese mundo, nadie era amigo de nadie…

Tuve que callarme y tragarme la rabia, el coraje, la culpa…

El saber que mis hijos y que yo podíamos ser los próximos…

¡Ahí lo supe!…

Ahí desperté de mi sueño de sucia ambición, ridículas fantasías…

Las imágenes no podía sacarlas de mi cabeza…

Llegue a casa y todas las noches sufría de insomnio, de culpas. Cuando dormía despertaba ansioso, entre pesadillas escalofriantes que no podía sacar de mi cabeza…

¡Yo quería que alguien me juzgara!

¡Yo quería que alguien me matara!…

Y nadie lo hacía, me moría por dentro…

Ya no podía seguir, todo era una mentira…

La culpa me quemaba por dentro, sus rostros siempre los soñaba y a esos desgraciados…

¿Cuánta gente no abre asesinado por mi ambición, por mis manzanas podridas?

Por pasiones carnales con mujeres que no conocía y no llenaban mi vacío… Y a ella, a ellos los había dejado desprotegidos, con mi modo de vida tan peligroso.

Entonces lo supe, yo nunca había tenido nada…

Ya lo único que era real eran mis hijos, esos hijos que no podía ver por qué los había traicionado, porque al mirar sus rostros infantiles, los miraba a ellos…

Mis valores, mi moral todo lo perdí.

¡A ella!…

Mi mujer, mi esposa la única que me quiso, me abandono… Las otras nunca lo hicieron, yo solo fui el hombre que les cumplía sus caprichos en un estúpido trueque de placer sin amor.
¿Y cómo quererme?, si las había herido, si solo había jugado… 

Era un monstruo humano, un pez gordo venenoso lleno de tragedia de maldad…

Lo que más me pesaba, es que no había un dios que me juzgara, otro humano, un superhéroe carajo, unos padres encolerizados, nadie, nunca nadie…

Miraba al cielo, esperando el infierno, rogándole a ese dios en que no creía, una señal, un nuevo renacer…

¡Ya no podía levantarme de la cama!

¡Yo solo quería morir!…

Deje de trabajar, todos me daban por enfermo, por esquizofrénico…

No era locura, era algo peor…

Un sentimiento que no le deseo a nadie si tiene un poco de razón.

Nadie estaba para acompañarme, después de todo yo los había dañado, después de todo ya no había dinero para alimentar el costo de vida caro, exagerado, esa comedia que yo les había inventado.

Agarre una pistola la puse en mi boca y jale el gatillo…

No quería vivir, no tenía sentido y después de todo este Rodrigo ejercería al fin la justicia en ese mundo, en esa sociedad de hipócritas, de malditos, de serpientes ponzoñosas como yo…

… Era lo mejor, me decía sosteniendo la pistola en mi boca… Era lo mejor para mis hijos, cobrarían mis seguros, mis propiedades, mi todo…

No iban a morir, había demasiado dinero aunque ellos no lo pudieran ver.

Jale el gatillo sin pensarlo, el dolor por fin se iría, la culpa que me aniquilaba, la vida sin sentido, sin dioses, ni karmas que nos castigaran…

¡Sin embargo y para mi sorpresa la bala se quedó atorada en la pistola y ahí lo vi!…

Era un hombre de cabello en picos y ojos azules penetrantes…

Era hermoso y diabólico a la vez…

Sostenía la bala entre sus dedos, me miraba sin quitarme la mirada de encima, sentía como esta me quemaba y no me dolía…

“El hombre me leía, sabía todo yo lo intuía”.

Comencé a llorar, mis lágrimas no cesaban…

Estaba flaco, con una larga barba y totalmente descuidado.

-Luego le grite, déjame morir…

-¿Dime algo?, ¿destrózame?…

-¡No me dejes con vida!…

-¿Eso quieres Rodrigo?

- Me agarro del cuello, lo apretó, comenzó ahogarme…

-Y me dijo: ¡No Rodrigo, yo no te voy asesinar, de eso ya te encargaste tú!

-Me soltó… 
Me dejo marcas en el cuello, con sus manos que se habían convertido en feroces garras, que me quemaban…

Se voltio, nos sin antes aventarme en la cara, una fotografía…

La mire era una mujer joven…

Luego me dijo: ¡Sálvala!…

Y sálvate a ti, deja ese mundo de mentiras, salva a tus hijos…

¿Vuelve a la vida Rodrigo?...

En ese momento se acercó tanto a mí como un maldito sol, me aventó un hechizo, junto mi mente con la de la mujer…

Y me condeno a vivir otra vida, a fingir ser alguien que no era para salvarla…

A despertarla de la muerte en vida… ¡Y cuidarla de perversos semejantes a mí!…

Todo su sufrimiento yo lo sentía… Todo el peligro que en ese momento vivía…

Cumplí la promesa del ángel y la saque de las cenizas, me cruce con ella fingiendo ser alguien que ella quería… Y sus ojos, su mirada me incitaron a renacer, a dejar de vivir en mentiras…

Le saque una sonrisa, la salve aunque fuera un lapso de la injusticia… Del dolor, de las terribles heridas del depredador que la…

…El tiempo paso me quede ahí, volví a ver la luz, renací, respire ahí estaba siempre ese hombre ayudándome, ayudándola…

Renací, pero mi escoria humana volvió a presentarse, mi ambición… Sentí que salvándola, lograría el paraíso, la paz de aquellos indefensos, pero me equivoque nuevamente volví a jugar, mi adicción a las drogas, a lo superfluo no se iba…

Jugué con ella, cruce líneas no permitidas…

El odio que ella ahora me tenía me libraría, me condenarían, me devolverían a mi mundo de absurdos, de tonterías, donde ya no tenía control… No, lo logre, el ente me castigaba o me ayudaba en mis sueños y no me quito el hechizo…

Nos quedamos atados en una mente, como si necesitáramos los dos, los tres de cada uno para sobrevivir…

Era solo ese ángel, vengándose de mí, después de todo si existía la justicia.

Lo que más me dolía es que ella pensaba que no existía, adoraba y odiaba a otro hombre que no era yo.

Sus culpas, sus deslices eran mis penas… Toda mi ambición, todo lo que aplaste tan solo para llenar mi vacío se me había regresado.

Le rogué al ángel piedad…

Convertido en hombre lobo me dijo: ¿Piedad?...

Le conteste que ya había cumplido su mandato, que no había necesidad de convertirnos en uno mentalmente.

- La bestia repitió: ¿Piedad?... Rodrigo en mí no existe la piedad…

- Tú no has cambiado, tú te sigues aniquilando, ahora cumpliré el deseo que me pediste aquella vez…

Sus ojos dejaron de ser rojos, para convertirse en pupilas completamente negras…

- Se acercó a mí y me dijo gritando:

Te destrozare, te sentenciare a vivir con la Luna…

A vivir sus penas, a reparar tus errores, a que entiendas que la verdadera felicidad, la verdadera vida no se encuentra en tu ambición, ni en tus malditas drogas.

- Y cuando hayas entendido la lección... Cuando Luna este curada, tú te abras ido… 
Luego soplo fuertemente, ahogándome en el humo de tabaco que salía de su aterrador hocico….

-Desperté, estaba soñando…

-No… Seguía escuchando los lamentos de Luna, los días han pasado…

Luna, no es mala, pero yo no la amo, quiero librarme de ellos y volver a vivir mi vida…

Ya no quiero ser castigado, por lo que otro le hace… Ni por mi forma ambiciosa de ver la vida, de querer tenerlo todo y nunca llenarlo.


Lo hago cada día mejor, vivo mejor con mis hijos, mi familia ya no estoy en ese mundo corrompido.

En mi mundo de escoria, de narcotráfico donde por suerte ninguno me juzgo y pase desapercibido.

Solo ese ángel me sentencia, solo ella me enloquece.

Y ahora me pregunto: ¿Por qué nunca puedo estar conforme?... ¿Por qué ella esta tan perdida? ¿Y por qué la tiene que salvar un extraño cruel como yo?...

¿Por qué a pesar de haber matado inocentes sin querer, la culpa se me ha ido y he vuelto a mi sintomatología de siempre querer más?

¿Cómo puedo parar la maldición?... El hechizo de esos demonios que yo forme, que destrozan mi cabeza y que me enseñaron a vivir de verdad, a estar aquí…

¡Resurgiendo cada día de las perdidas cenizas!… 

 FIN


Posdata: Si desean leer la pasada historia para entender pulsa este link.



Historia creación de Cecy Gutiérrez, todos los derechos reservados.

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