sábado, 3 de junio de 2017

El que quiera abrir los ojos…


No leer a esta Conspiranoica, loca, bruja, desahogándose, si no soporta la verdad.

 Y ya comenzaron a molestar por hablar, siempre lo mismo, siempre su pelusilla humana, haciendo su trabajo, hombres maricones montoneros y cobardes.

O mujeres frustradas, cholas, que hacen su trabajo con su ruido, con obstruir mi cochera, con simplemente fastidiar, ni hablar, pero la enferma soy yo jajaj, sigan jugando talvez así tengan su primer orgasmo, su primera erección, pobres diablos, igual todo se les va regresar por karma.

Talvez así saquen su siguiente película para evadir a la borregomatrix, igual historias para evidenciarlos siempre tendré.

Antes me dejaba llevar por lo simple, envidia, hoy sé que es algo más y más lastima me dan por venderse, ni hablar mundo enfermo y su nueva especie "los tontanes" gobernando, su clase baja y sin modales respaldándolos, supongo que así subsistirá el nuevo mundo.

Total, son iguales, y perecerán por sus semejantes zombies de clase baja, que crearon de a montón por ambición, y avaricia, morirán de hambre porque ninguno trabaja y los dos roban, estafan, pero eso es lo que querían y lo que merecen.




                           Las señoras nacas del vecindario. 
 Era horrible ver aquellas mujeres daban pena ajena, se reían como hienas, criticaban y se mofaban como guacamayas.

Ponían su música a todo volumen o solo se dedicaban a estacionar sus autos en cocheras ajenas que no eran suyas, escuchaban música que las ridiculizaba y les escupía como mujeres en la cara y no les importaba.

Y como les iba a importar si no sabían ni lo que escuchaban, eran tan ignorantes, que si mucho alguna termino la primaria

Y eran unas señoras chismosas, sin oficio, ni beneficio, analfabetas, que era lo único que hacía que algunos de sus vecinos cultos las perdonaran…

Porque era gente de la más ordinaria, sin valores, con deseos de estar fregando, siempre fisgoneando, molestando a sus vecinos, era de esa gente que ni el diablo las quiere, como aquellos juguetes desechados por nulas ventas en navidad o aquellos dulces de mal sabor que todos tiran a la basura.

Y yo creo eso era lo que las tenía tan frustradas, pobres mujeres criando niños o adolescentes igual de iracundos, siempre afuera de sus casas o asomándose por la ventana para examinar o analizar que hacia la señora de la casa de enfrente, la de en medio, el de la esquina.

O tratando de intimidarlos.

En vez de ponerse a trabajar o luchar por sus sueños, por educarse, por mejorar sus vidas, no ellas preferían ser las vecinas nacas o petras del vecindario, como incultamente muchos se referirían.

Con su música a todo volumen o sus bocinas resonando a otras casas, dejando ver su ignorancia, sus logros baratos, su aburrimiento, su falta de hacer algo productivo por ellos mismos.

Sin una pizca de respeto por el sueño o la tranquilidad de los otros. Y cuando los vecinos de enfrente, llegaban, ahí estaba esa familia chismorreando que habían comprado o como vestían, o como eran físicamente.

Y los insultaban, para ellos aquellos vecinos que no los saludaban y solo pedían respeto a su propiedad y a su sueño, eran unos indios, feos o diferentes… Pero los únicos sin valores eran las señoras analfabetas Torreoneras, feas y frustradas, señoras perdone por la palabra, pero mal cogidas o folladas, que sus esposos parecían no tenerlas contentas, ni si quiera tocarlas.

Yo creo que ni sus esposos las querían y eso era tan bien, el origen de sus malestares, su odio hacia los vecinos ajenos.

O si eran solteras su trabajo o vida no las satisfacía, porque su única diversión era hacerle maldades o fisgonear aquella familia de vecinos que se había mudado apenas hace dos años a ese fraccionamiento que parecía tranquilo y resulto ser otro infierno similar a muchos que habitaba La Ciudad en el infierno.

Y la molestia comenzó por que una de las inquilinas de aquel fraccionamiento, se atrevió a reclamarles a los hijos adolescentes tardíos que dejaran de jugar futbol en su cochera, teniendo un parque enorme enfrente con todo, o bien, que dejaran de estacionarse en su cochera o de poner la música a todo volumen, no dejándola ir a trabajar, cuando ella lo hacía.

O dejando dormir a su madre o a ella.

Y así empezó la guerra por unas personas que no tenían al parecer nada que hacer en su vida, que divertirse con esa tonta guerra por el simple hecho de pedir respeto hacia ellos y ellos querer ejercer su pseudo poder de Kimbelys o Jenys nacas con sordera testicular.

Lo peor es que aquel grupo de amigos de futbol, no notaban que se odiaban entre ellos y que incluso a otros vecinos ya también los tenían hartos, pero estos decidieron unirse a un con todo para molestar aquella pobre familia, yo creo que, para olvidar su vida miserable, que ni aun molestándolas se les quitaba.

Y se les hacia fácil porque eran casi siempre solo dos mujeres y claro era más fácil atacarlas, porque aparte de analfabetas/os eran cobardes.

Los pseudo amigos distribuidos como en tres o cuatros casas se dedicaban hacer de su vida solo eso maldades hacia quienes les reclamaban, habiendo tanto por hacer, ¿por qué desperdiciaban sus vidas de esta manera?...

Era la cochina envidia lo que los había infectado, el control mental de sus novelas buchonas de siempre querer dominarlo todo, aun que no sea suyo y a si esa gente que se creía narcotraficante deambulaba su vida molestando a otros, pues las novelas eso les enseñaban.

Pero ellos ni narcotraficantes, ni si quiera cholos decentes, ni señoras educadas, trabajadoras o felices que valieran la pena.

Solo frustración y lastima despedían, porque al parecer no les alcanzaba ni para salir de vacaciones o pagar sus casas, pero sus vecinos no eran culpables, ni de su falta de sexo, felicidad o de deudas, y si les pasaba era porque estos preferían gastar su tiempo molestando a sus vecinos o culpándolos de su envidia, que arreglando sus problemas.

Y en sí, este era el ciclo eterno de involución de la gente ignorante, que se desquitaba con todos y solo se resumía en pelusa humana, que debería ser controlada, o aniquilada si no el mundo perecerá por toda esa masa horrible.

Sin embargo, alguien más si los observaba y era el KARMA, ese karma que los fue sentenciando a todos esos montoneros que molestaban a personas indefensas, como placer, burla o pasatiempo.

Que ejercían un abuso de poder y que ni la policía los multaba, ni ayudaba, pues al parecer en toda la Ciudad siempre existía este tipo de personas, que se habían salido de control y que estos nunca los multaban, o se dejaban extorsionar.

Lo único que hizo justicia en Ciudad en el infierno, fueron las leyes divinas del KARMA, que a todos esos que se creían intocables les regreso todas las maldades que aventaban a otros por su miseria o placer mundano humano.

Y después de sentirlo, en cada maldad, todos aprendieron a respetar.

FIN

                                 Los adolescentes escoria. 
 En un cumulo de mierda se reproducen a montón los niños o adolescentes rata-cholos, aquello que su madre o padre crearon a través de una diarrea explosiva o un pedo muy hediondo.

Hijos de papi o hijos abandonados, pero con la única finalidad de fregar al prójimo.

Ellos no estudian, ellos no trabajan, ellos solo sus autos con música a todo volumen, sus días desperdiciando a un más su patética vida.

Y los padres dóciles que nunca les importan sus hijos, dejándolos hacer los que les venga en gana.

Aquellos padres que seguro tienen problemas intrafamiliares y que sus hijos decidieron ser escoria putrefacta humana, para llamar su atención es decir un pseudo cholo o narco que gusta de intimidar a otros u otras, casi siempre mujeres porque hasta eso son cobardes y nunca se meten con personas de su tamaño y sexo.

La escoria vende droga, los niños admiradores de los narcos que están pudriendo el país…

No, ellos no son narcos, solo unos fantoches, que no ven más allá de vidas pseudo fáciles, putas del gobierno, piernas fáciles, ellos admiran vidas deplorables y hacen de la vida de otros una odisea con tal de llamar la atención ajena, esas que sus padres nunca les dan.

Su mísera existencia cree que no les da otra opción, estos adolescentes perdidos se reproducen a montón, como garrapatas o cucarachas y están en todos los vecindarios con su música de banda o de cholos a todo volumen, queriendo intimidar a otros o demostrar su abuso de poder, de dominio.

Eso sí, usted nunca los vera solos, ellos siempre en grupos, montoneros, nunca verdaderos hombres, atacan mujeres, ellos ya no gustan de mujeres, ni de respetarlas.

Los hombres actuales, ya no son hombres… La alimentación, la programación de la estupidez ha dado sus frutos, no ellos no son narcos son algo a un más patético, son el crimen próximo que invade las ciudades, que roba, que molesta, que lo fastidia todo.

Si los ve, haga algo como padre edúquelos, o ustedes mismos estudien, vean su futuro que es ser la britany o el brayan con dos mil hijos, todos frustrados, repitiendo el ciclo perverso de la ignorancia, la estupidez, envidia y el vacío existencial que nunca zacean.

Que ni con su música buchona o de cholos pueden arrancar, están podridos, perdidos y de ahí nadie los podrá sacar, hasta que despierten.

Pero con abuso de poder e ilusiones falaces nadie despierta, total es el éxito ilusorio de los idiotas en la actualidad, disfrútenlo, pero cuando se quemen, ardan y la tierra se los trague. ¡No digan que no les avise! 

FIN

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